viernes, 20 de abril de 2007

La rabia



La rabia es áspera y salada como sangre,
hay que tragarla tragarla tragarla
para que nadie vea que nadie
¿Vale
la pena?
Saberlo es la grandeza que no tengo. [...]
Helena Ramos


Cuando tengo rabia me consume por entero. Come mis pensamientos, mi sentido común, mi don de gente, mis ganas de olvidar o de solucionar, mi agua, mi tolerancia, mi calor... y me transforma en esa otra persona que no quiero ser, pero soy... por un momento.

El rojo pinta mi rostro haciendo evidente su presencia. El tono de mi voz se vuelve poco hospitalario, se torna grave, contralto y tembloroso. Mi cuerpo se pone tieso: el frenético latir de mi corazón le roba energía al resto.

Mis palabras... mis palabras siempre hubiera sido mejor que se pierdan en la fragilidad del tiempo. Pero, siempre logran vencer a las que después quiero decir y salen primero. Es muy tarde ya cuando quiero que regresen a mi cerebro. A veces dañan, a veces generan más rabia y casi siempre son incomprendidas.

Pasado el momento, retorno y me niego a ser consumida de nuevo. Sin embargo, cada oportunidad de enfrentarlo, no puedo... pero intento.


Ilustración: Patricia Metola @ www.tipica.blogspot.com

sábado, 14 de abril de 2007

Mamá burbujita

¿Qué niña seguidora de Yola Polastri no soñó alguna vez con ser burbujita? Yo fui una de ellas. No pude ponerme las trencitas de lana, tampoco pintarme la cara como una muñeca, pero sí aprendí las coreografías. Así, todas las mañanas que veía el programa me ponía mis "chinitas" negras (lo único que sí tenía del atuendo de las burbujitas) e imaginaba que yo estaba allí bailando y que el calor que sentía al bailar se debía a la luz de los reflectores del estudio de grabación. Era una burbujita, era una estrella.

No pude cumplir mi sueño entonces, pero ahora lo he podido realizar y tengo como espectador a la persona más especial de mi vida. Gracias a la magia de Internet he rescatado las canciones de Yola que escuchaba cuando era niña. También he podido rescatar de un empolvado rincón de mi memoria las coreografías que alguna vez aprendí. Ignacio me mira atento, un poco desconcertado, a veces sonríe... ¿qué pensará? Yo le cantó y bailo emocionada como si quisiera que sienta la misma alegría e ilusión por las canciones que colorearon mi niñez. Como si quisiera que sepa que gracias a él, el sueño que tuve hace años ha sobrepasado mis expectativas: soy una burbujita, soy su estrella.

Para recordar un poco a Yola quiero compartir este video que encontré en YouTube. Es de la canción favorita de Ignacio: "La feria del Cepillín".