
La rabia es áspera y salada como sangre,
hay que tragarla tragarla tragarla
para que nadie vea que nadie
¿Vale
la pena?
Saberlo es la grandeza que no tengo. [...]
Helena Ramos
Cuando tengo rabia me consume por entero. Come mis pensamientos, mi sentido común, mi don de gente, mis ganas de olvidar o de solucionar, mi agua, mi tolerancia, mi calor... y me transforma en esa otra persona que no quiero ser, pero soy... por un momento.
El rojo pinta mi rostro haciendo evidente su presencia. El tono de mi voz se vuelve poco hospitalario, se torna grave, contralto y tembloroso. Mi cuerpo se pone tieso: el frenético latir de mi corazón le roba energía al resto.
Mis palabras... mis palabras siempre hubiera sido mejor que se pierdan en la fragilidad del tiempo. Pero, siempre logran vencer a las que después quiero decir y salen primero. Es muy tarde ya cuando quiero que regresen a mi cerebro. A veces dañan, a veces generan más rabia y casi siempre son incomprendidas.
Pasado el momento, retorno y me niego a ser consumida de nuevo. Sin embargo, cada oportunidad de enfrentarlo, no puedo... pero intento.
hay que tragarla tragarla tragarla
para que nadie vea que nadie
¿Vale
la pena?
Saberlo es la grandeza que no tengo. [...]
Helena Ramos
Cuando tengo rabia me consume por entero. Come mis pensamientos, mi sentido común, mi don de gente, mis ganas de olvidar o de solucionar, mi agua, mi tolerancia, mi calor... y me transforma en esa otra persona que no quiero ser, pero soy... por un momento.
El rojo pinta mi rostro haciendo evidente su presencia. El tono de mi voz se vuelve poco hospitalario, se torna grave, contralto y tembloroso. Mi cuerpo se pone tieso: el frenético latir de mi corazón le roba energía al resto.
Mis palabras... mis palabras siempre hubiera sido mejor que se pierdan en la fragilidad del tiempo. Pero, siempre logran vencer a las que después quiero decir y salen primero. Es muy tarde ya cuando quiero que regresen a mi cerebro. A veces dañan, a veces generan más rabia y casi siempre son incomprendidas.
Pasado el momento, retorno y me niego a ser consumida de nuevo. Sin embargo, cada oportunidad de enfrentarlo, no puedo... pero intento.
Ilustración: Patricia Metola @ www.tipica.blogspot.com