viernes, 23 de mayo de 2008

De regreso al nido II


Ya de regreso a mi nido y pasar más tiempo con Ignacio; me di cuenta que la casa, sus juguetes e incluso mi constante presencia, no le eran suficiente. Él quería explorar más allá de las fronteras de su casa... y cada vez más. Comencé por llevarlo más seguido al parque y era feliz encontrándose con sus amiguitos y compartir juegos con ellos. Fue en ese momento que decidí empezar mi búsqueda del nido ideal.

Recorrí varios nidos de la zona. En el que más me habían recomendado ya no había vacantes... ¡no lo podía creer! Y yo que sólo estaba averiguando para llevarlo recién a mitad de año, porque me parecía que era aún pequeño. Pero, no. Si no lo hacía en marzo era probable que tendría que esperar hasta el siguiente año. Cuando me di cuenta que debía decidir ya, me puse tensa porque hay muchísimas opciones y como madre, quieres que sea la mejor (en la medida de tus posibilidades, claro está) para tu hijo. Y ninguno me convencía. Como he trabajado en temas relacionados con la educación y tenía conocimiento de las diversas metodologías quería estar segura que el nido compartía el enfoque que a mí me parecía el mejor. En algunos casos, concidía en este punto, pero el local lo encontraba inseguro o poco cuidado o con aulas muy pequeñas hasta que encontré el ideal. No quedaba en el distrito en que vivo, pero cerca. Estaba feliz.

El primer día mi esposo y yo estábamos muy ilusionados. Ignacio, por el contrario, no sabía qué pasaba, por qué iba a ir tan temprano a la calle.

Apenas llegó, hizo clic con sus amiguitos, su miss, sus juegos. Estaba feliz. Era como ir al parque, pero más divertido porque la miss cantaba y podía pintar con témpera y agarrar goma y habían muchísimos juguetes nuevos.

Los primeros días las mamis nos quedábamos en el salón para acompañarlos en su adaptación. Luego, nos íbamos por ratitos fuera del salón. Era chistoso ver la cara de preocupación de todas. Sabíamos que nuestros hijos la estaban pasando bien (claro, los que no lloraban), pero lo cierto es que nos costaba alejarnos de ellos o saber que ya no eran unos bebes, que estaban creciendo más rápido de lo que nos tomaba disfrutar cada etapa de su vida. Y sí, la adaptación al nido nos costó más a algunas madres. Pero ver cada día la alegría en sus caritas al salir del nido y por las mañanas, sus ganas de ir al "paque" (así le dice al nido) para ver a "Caña", "Ati" y "Mana" (las auxiliares y su miss) llena mi corazón de felicidad y de tranquilidad al haber tomado una buena decisión.

9 comentarios:

MamiBrujita dijo...

Mi enano tiene 2 años 2 meses y hace 1 año tuve que tomar la decision de ponerlo en guarderia. Fue horrible porque lo veia pequeñito pero creo que fue lo mejor que he hecho. Está mucho más sociable, está aprendiendo muchas cosas, y es feliz. Ahora viene la otra decisíon dificil, que es la de si el proximo año lo voy a poner en el pre-pre- kinder del colegio (que aún no estoy segura cual pero ya tengo una idea) o seguirá un año mas en el nido????
No lo se, de veras que preferiria tenerlo un año mas en el nido pero no se despues si eso será peor o mejor para mi enano.
Que dificil. Peor si mi esposo me dice: decide tu que tienes mejor intuicion para esas cosas.....

Cys dijo...

Que lindo tú hijo! Que bien que encontraste un nido que cumpla con las espectativas.

Oli dijo...

Mami brujita: Es cierto que el nido les hace muy bien, sobretodo a los que son hijos únicos como los nuestros, porque se aburren solitos en la casa. Ignacio también está mucho más sociable y en dos meses y yo estoy sorprendida de la cantidad de cosas que ha aprendido en tan poco tiempo. En cuanto a la decisión de si meterlo o no en el pre-pre kinder del colegio que has elegido (o ya tienes una idea, si me permites el consejo, no creo que un año más en el nido haga mucha diferencia. Ahora, sería cuestión de que averigues en el colegio qué tan difícil sería conseguir cupo para el pre-kinder porque a veces se llena desde el pre-pre kinder.
Cys: Gracias! :)

viajera dijo...

Pues creo que el cambio es más fuerte para las mamás, ¿no? A Ignacio se le ve muy feliz y tranquilo (he visto más fotos en el feisbuk). Y tú adquiriste un poco de tiempo para ti. Puras cosas positivas :D

Ursula dijo...

Qué grande y hermoso está Ignacio. Y qué bueno que encontraste un nido que cumple con sus expectativas. Qué rápido crecen estos niñitos no???

Besos

Patricia dijo...

Hacía tiempo que no pasaba por tu blog y me doy con la sorpresa que Ignacio ya es un "jovencito" que va al nido.Está precios y qué bueno que encontraste un nido donde él está feliz.
Cariños

Priscila dijo...

Hermosa la carita de Ignacio sentado en su sillita en el coche, seguramente se estaría preguntando "mami, es muy temparano para salir, no te parece?" jaja.
Soy maestra de jardin de infantes y es cierto que tenés que tener plena seguridad del lugar y de las personas a quienes les vas a confiar el cuidado de lo más preciado de tu vida, estate pendiente de todo.
Saludos desde Argentina.

Dragón del 96 dijo...

Que? Tanto tiempo ha pasado? Ya esta bastante grande...

Y en el nido...

La próxima vez que regrese fácil lo encuentro en la universidad.

Slaudos.

La mujer que bota fuego dijo...

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