viernes, 23 de febrero de 2007

Orgullo de hermana-mamá

Días antes del examen de admisión PUCP
-Mami, hace unos días soñé que Clari no ingresaba.
-Uy hijita, ni digas, sería terrible para tu hermana. Ella se siente tan segura y autosuficiente.

Luego del examen de admisión PUCP
-Papi, qué me dices de lo de Clarisa. Y yo que había soñado que no ingresaba.
-Creo que su determinación jugó a favor de ese resultado.

Así es, mi hermana menor ingresó a la Católica. No sólo ingresó, sino que lo hizo en el segundo puesto. Aunque nunca dudé que iba a ingresar, a pesar de mi sueño, no puedo negar que el resultado me sorprendió... nos sorprendió a todos.

Clarisita es como mi hijita -nos llevamos 13 años- y no pude contener las lágrimas de emoción y orgullo cuando me enteré de tremenda noticia. Sé que suena algo cursi, pero es que soy de las personas que no guardan sus emociones. Lloré cuando mis hermanas hicieron la Primera Comunión y la Confirmación, por ejemplo. No me da vergüenza decirlo, aunque a ellas creo que sí les da un poco de roche cuando me ven en esas situaciones.

Estoy de acuerdo con mis papás sobre Clarisa: además de inteligente es una chica muy determinada para conseguir lo que quiere. A sus 17 años es madura y responsable (sin ser cucufata) y espero que ese mismo espíritu la acompañe en esta etapa llena de nuevas experiencias. Mucha suerte 'manita.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Oli no es para menos sentirse orgullosa de los logros de nuestros seres queridos, ni emocionarnos con ellos.
Bien por tu hermana, toda una universitaria.
Cariños

darling dijo...

Definitivamente, un súper motivo para estar orgullosa. ¡Qué buena noticia!

x1 dijo...

Si, los hermanos menores son toda una experiencia; especialemnte cuando les llevamos varios años de edad.

Que alegría, ¿no? esperemos que sea su primer gran paso =)

Ursula dijo...

Guau! 2do puesto!!, de hecho debes estar super orgullosa, felicitaciones a tu hermana!!!
Yo a mis hermanso les llevo 8 y 11 años respectivamente, y sí, a veces los siento como mis hijos, es inevitable...
Besos