A pesar de que las necesidades y motivaciones del ser humano hayan "evolucionado" este arte mantiene su esencia y no ha cambiado mucho. Sigue reflejando cómo fuimos antes, cómo somos ahora y quiénes podremos llegar a ser en el futuro. No se ha visto afectado por la espectacularidad del cine o la televisión y quizá por eso mismo sigue atrayendo a tantos espectadores. Quizá por eso también, se preocupa más en profundizar los personajes y en la historia más que en cualquier otro detalle. Su lectura llega a ser más compleja para el espectador y eso también es atractivo, pues los mensajes que comunica se quedan más tiempo en nuestra memoria. Nada comparado con el mosaico de imágenes inmediatas que proponen los medios audiovisuales modernos. Sin menospreciarlos, por cierto.
La semana pasada me reencontré con el teatro y fue una experiencia emocionante. No sólo porque hace mucho tiempo que no participaba de una historia tan bien contada, sino también por el fantástico desarrollo de los personajes más allá de la acción. A pesar de que su contenido refleja el lado quizás más sordido y oscuro de la naturale

Así que festejemos el teatro y también agradezcamos que aún existe. Vayamos al teatro.